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La siembra de árboles es una de las acciones más impactantes que podemos realizar para combatir el cambio climático y preservar nuestro planeta.

 

Al plantar un árbol, no solo estamos contribuyendo a la absorción de dióxido de carbono, sino que también mejoramos la calidad del aire, fomentamos la biodiversidad y embellecemos nuestro entorno.

 

Para maximizar el impacto de estas acciones, es crucial realizar una compra eficiente de los recursos necesarios. Optar por semillas y árboles de viveros locales, utilizar herramientas de calidad y, si es posible, recurrir a productos ecológicos, garantiza una siembra más sostenible y efectiva.

 

Al ser parte del cambio, no solo contribuimos al bienestar del planeta, sino que también inspiramos a otros a seguir nuestros pasos, creando una cadena de acciones positivas que pueden transformar el mundo. ¡Sé parte del cambio y planta un árbol hoy mismo!

Nuestra historia

Nuestro proyecto, a través de la siembra de especies nativas favorece la recuperación de ecosistemas locales, proporcionando refugio y alimento a numerosas especies de flora y fauna. Esto fortalece la biodiversidad de la región, asegurando la supervivencia de especies que dependen de estos árboles para su sustento y reproducción.

 

Los árboles juegan un papel clave en la retención de agua y en la regulación de los ciclos hídricos. Adoptar un árbol ayuda a mejorar la calidad y cantidad del agua en la región, ya que los bosques nativos actúan como esponjas naturales, filtrando el agua y reduciendo el riesgo de inundaciones y sequías.

Nos mueve la biodiversidad, en tal sentido, adoptar un árbol no solo tiene un impacto directo en el ambiente, sino que también fomenta la conciencia sobre la importancia de la reforestación y la conservación. Esta acción puede inspirar a más personas en Colombia y más allá a involucrarse en actividades que promuevan la sostenibilidad.

Nuestro proyecto generara empleo y oportunidades en el sector de la conservación y reforestación, involucrando a las comunidades locales en la gestión y el cuidado de los recursos naturales, lo que a largo plazo favorece el desarrollo sostenible.

¿Qué sembramos?

Sembramos especies nativas como el cedro (Cedrela odorata), flor morado (Tabebuia rosea), guayacán (Handroanthus chrysanthus), ceiba tolú (Pachira quinata), o móncoro (Cordia gerascanthus), entre otros, en el municipio de Rionegro, Santander.

Adoptar uno de estos árboles es una inversión a largo plazo en el bienestar del planeta y en la salud de los ecosistemas locales, contribuyendo a un futuro más sostenible y equilibrado, conoce un poco más de ellos.

Cedro amargo

Cedrela odorata

Especie nativa, se encuentra en regiones tropicales y subtropicales de América, desde México hasta Argentina, incluido el Caribe.

Conservación de la biodiversidad: Es hogar y refugio para diversas especies de fauna, contribuyendo a la biodiversidad de los ecosistemas tropicales.

Captura de carbono: Como árbol de crecimiento rápido, el cedro es eficiente en la captura de dióxido de carbono (CO₂), ayudando a mitigar los efectos del cambio climático.

 En condiciones óptimas, un cedro puede almacenar entre 8 y 12 toneladas de CO₂ en sus primeros 20 años de vida. Esto incluye el carbono almacenado en la biomasa aérea (tronco, ramas, hojas) y las raíces, por lo tanto, si adoptas un cedro con nosotros, podrás compensar aproximadamente 3 años de emisiones de acuerdo con las cifras de un colombiano promedio.

 

En promedio, un colombiano emite alrededor de 4 toneladas de CO₂ equivalente por año. Esta cifra puede variar dependiendo de factores como el estilo de vida, el uso de transporte, la cantidad de energía consumida, y otros aspectos relacionados con el consumo de productos y servicios.

Flor morado

Tabebuia rosea

Especie nativa, se encuentra en zonas tropicales de América Central, México, Colombia, Venezuela y el Caribe.

​Biodiversidad: Las flores del flor morado atraen polinizadores como abejas, mariposas y colibríes, contribuyendo a la polinización y a la salud del ecosistema local.

Regulación hídrica: Los árboles de esta especie ayudan a mejorar la retención de agua en el suelo y reducen la erosión en terrenos inclinados, contribuyendo al equilibrio hídrico en las áreas donde crecen.

Captura de carbono: Como árbol de crecimiento rápido, el flor morado ayuda a reducir la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.

En condiciones óptimas, un flor morado puede almacenar entre 6 y 10 toneladas de CO₂ en sus primeros 20 años de vida. Esto incluye el carbono almacenado en la biomasa aérea (tronco, ramas, hojas) y las raíces, por lo tanto, si adoptas un flor morado con nosotros, podrás compensar aproximadamente 2 años de emisiones de acuerdo con las cifras de un colombiano promedio.

Móncoro

Cordia gerascanthus

Especie nativa, se encuentra en áreas tropicales y subtropicales de América, desde México hasta Sudamérica, incluyendo regiones de Colombia, Venezuela y las Antillas.

Conservación de la biodiversidad: El árbol proporciona hábitat y alimento para diversas especies de fauna, incluyendo aves y pequeños mamíferos que consumen sus frutos.

Ecosistema local: Ayuda a mejorar la estructura del suelo y a reducir la erosión, especialmente en áreas deforestadas o con suelos pobres. Además, al ser un árbol frondoso, proporciona sombra y contribuye a la regulación térmica local.

Mitigación del cambio climático: Al igual que otras especies arbóreas, el Móncoro desempeña un papel clave en la captura y almacenamiento de dióxido de carbono, ayudando a reducir las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

El Móncoro (Cordia gerascanthus), en condiciones óptimas de crecimiento, puede almacenar entre 5 y 8 toneladas de CO₂ en 20 años, por lo tanto, adoptando un árbol de esta especie podrás compensar tu huellla de carbono de aproximadamente un año y medio.

Ceiba Tolúa

 

Pachira quinata

Especie nativa de América Central y del norte de América del Sur, se encuentra en países como Colombia, Venezuela, Costa Rica, Nicaragua, y Panamá. Prefiere climas tropicales y subtropicales.

Conservación de la biodiversidad: Proporciona hábitat para diversas especies de fauna, como aves, insectos y mamíferos. Además, sus flores y frutos ofrecen alimento a varias especies, contribuyendo a la polinización y dispersión de semillas.

Regulación del clima: Contribuye a la regulación de la temperatura local y mejora la calidad del aire, lo que es crucial en áreas urbanas y rurales.

Servicios ecosistémicos: Además de capturar carbono, la Ceiba Tolúa contribuye a la regulación hídrica, la mejora del suelo y la conservación de la biodiversidad, lo que refuerza la resiliencia de los ecosistemas frente a cambios ambientales.

La Ceiba Tolúa (Pachira quinata), debido a su tamaño y rápido crecimiento en los primeros años, puede almacenar entre 10 y 15 toneladas de CO₂ en un periodo de 20 años, lo que equivale que podrás compensar de 3 a 4 años de emisiones de gases de efecto invernadero.

Contacto

Siempre estoy en búsqueda de nuevas oportunidades. Vamos a conectarnos.

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